Instalación sonora. Desarrollada en laboratorio de Sonido y Objeto en conjunto con la Unidad de Educación del Museo de Arte Contemporáneo, María Ignacia Valdebenito y vecinxs y transeúntes de las dos sedes del Museo de Arte Contemporáneo
Exposición en MAC Quinta Normal (Santiago, Chile. 2024-2025)
Agradecimientos al equipo del MAC por el acompañamiento en el proceso y en el montaje
Fotografías por Emiliano Jiménez, Mana Rivas y Clo Rojo
Participantes del taller: Carlo Cofré Ulloa, Francisca Correa, Leonor Medina, Débora Roxane, Paula Matta Aguilar, Natalia Alonso, Felipe Parada, Violeta Alanoca, Ex-Skane, Álvaro Muñoz, Millaray Martínez, Luna Lazo, Catalin Tobar, Marcelo Alfaro, Francisca Chacón, Nicolás Salas, Serena Oliva, Cukis, Rodrigo Carmesí, Miranda Martones, Sergio Santana, Claudio Díaz, Amaru Peillard, Micelio de la Torre, Aspid
Propuesta que comenzó a tomar forma entre abril y agosto de este año, cuando los artistas Matías Serrano y María Ignacia Valdebenito realizaron ejercicios de escucha activa alrededor de ambas sedes del MAC. Mientras caminaban, Serrano y Valdebenito escribieron su experiencia auditiva en apuntes. Tras esto, realizaron laboratorios de creación con vecinos y transeúntes, paseando por los alrededores de cada sede y explorando el sonido como materia artística.
Según se señala en el texto curatorial de la exposición, “los dos edificios patrimoniales del MAC se miran entre sí recordándonos dos oídos que capturan emisiones y frecuencias únicas. Emplazados en los parques públicos de Quinta Normal y Forestal, estos palacios reverberantes, separados por casi cuatro kilómetros, aunque unidos por la calle Santo Domingo, amplifican voces y sonidos en todas las direcciones”.
Es así como Museo en estéreo considera las dos sedes como dos oídos, pero además, como dos oídos en relación que están unidos por calle Santo Domingo. Es por esa vía que los integrantes de los talleres de Quinta Normal y Parque Forestal caminaron en direcciones opuestas hasta encontrarse. “Cuando los participantes se juntan, ocurre un intercambio de archivos sonoros, archivos que deben interpretar a través de objetos que han recolectado. Tienen que construir, fabricar o acoplar materiales para presentar un ejercicio visual-volumétrico de lo que escucharon”, explica Katherine Ávalos, coordinadora de la Unidad de Educación EducaMAC, entidad a cargo de la muestra.
Para Matías Serrano, el proyecto tiene que ver con “cómo acceder, desde la escucha, a este museo que funciona a dos bandas al mismo tiempo: funciona en estéreo. En la lógica del intercambio, cada participante corporiza el trayecto entre las dos sedes, es como si una oreja le intentara contar a la otra qué está escuchando. Entonces se encuentran, se entregan un sonido en el archivo y un texto en la ficha en dónde explican qué se decidió entregar y por qué. Ambas cosas son metáforas o formas de hablar de cada territorio”.
Se trata entonces de una inmersión en la geografía que se traduce en archivos sonoros y que, tras una nueva vuelta de tuerca, deviene en la serie de piezas que conforman Museo en estéreo. De manera más visible, la muestra se compone de un patio de objetos colgados. Pero junto a ellos también hay diagramas con los enunciados de las instrucciones de la caminata, un video donde se pueden observar los puntos de georeferenciación de los participantes (quienes activaron sus gps durante el recorrido), una pared con las fichas que intercambiaron y un diagrama que muestra el sistema utilizado para reproducir los archivos recolectados durante el taller.
“El diagrama que está ploteado es un mapa de los elementos necesarios para hacer sonar los archivos de audio. Está compuesto por un reproductor de audio, la tarjeta SD, una fuente de energía, un parlante y un elemento resonador. Entonces es la herramienta que permite traducir lo que hay en esa tarjeta. Es un instructivo, y esa es otra clave del proyecto: hay muchos manuales sobre cómo acceder a la escucha de otra persona. Por eso la ficha dice “archivo de escuchas compartidas”, porque son formas de intentar explicarle a otro lo que uno escuchó”, explica Serrano.
Museo en estéreo es parte del proyecto Morfologías sensibles (Fondart, 2024) y, además, se despliega bajo el axioma “Un museo dos sedes”. Según comenta Ávalos, se trata de una “directriz que siempre entregamos a quienes nos visitan para que recuerden que el MAC está conformado por dos espacios.De alguna manera es retroceder a cosas muy elementales: antes de pensar en visitar el museo, se debe tomar la decisión de a qué sede me dirijo y en qué metro me bajo. No se puede pensar en el MAC sin estas dos orejas, sin estos dos órganos en constante atención de su propio entorno”.